3 pasos para crear un plan de bienestar emocional
Cada año solemos hacernos propósitos que posiblemente en menos de un mes olvidamos… pero, más allá de haberlos cumplido o no, la pregunta importante que nos solemos hacer es: ¿Cómo me siento con lo vivido, sentido y realizado durante este año? En esta pregunta el nivel de satisfacción es un factor importante. Fernando Pliego, en su metaestudio titulado Familias y bienestar[1], define un componente de la satisfacción, llamado “evaluación afectiva” como el gusto o disgusto por las situaciones que se viven. Teniendo en cuenta lo anterior, la pregunta líneas arriba quedaría mejor planteada: ¿Qué tan a gusto o en disgusto me siento con mi vida?
El bienestar emocional podríamos definirlo como el estado en el que una persona se siente tranquila, en paz y por ende, capaz de hacer frente a las presiones de la vida. La realidad es que la CONGRUENCIA que tengamos entre lo que creemos, pensamos y hacemos, tendrá como fruto la PAZ y con ello, el bienestar emocional. A partir de esta premisa, quiero compartirte una estrategia de tres pasos para que en un año, de llevarla a cabo, tu bienestar emocional se encuentre a un mejor nivel.
1. Evalúa. Al contemplar un mapa, es importante observar dónde estamos para conocer el camino a recorrer para el lugar al que queremos llegar. El ser humano tiene muchas esferas en su vida y pueden existir muchas clasificaciones. Una que me parece muy completa es la conocida como: “Rueda de la vida”. Te invito a que ponderes con honestidad, cómo te sientes en cada una de las áreas. Si eres visual, te ayudará plasmarlo en una gráfica. Estas preguntas pueden ser de utilidad.
2. Reflexiona: ¿Qué baches observo en mis resultados? ¿Qué logré y será importante mantener? ¿Qué debo mejorar? Como menciona el padre Piere Faure[3]: “Aceptar el fracaso es ya un éxito”, así que no te desanimes. Si observas en honestidad que una de las áreas por desarrollar te sobrepasa, será importante pedir ayuda adecuada.
3. Planea: Elije de 1 a 3 áreas que quieras desarrollar. No te preocupes, a modo de vasos comunicantes, el mejorar en un área de tu vida, te ayudará a fortalecer otra en la que no te estés enfocando. Escribe de cada área, una acción concreta, que sean retos razonables. Por ejemplo: “Leer 15 minutos al día”, “decir todas las mañanas a mi cónyuge cuánto lo amo”, “cada vez que me hable mi hijo, haré el celular a un lado”, etc. Te sugiero que esos propósitos los pegues en un lugar visible, quizá en tu tocador, refrigerador, de fondo de pantalla de tu celular o de tu computadora. De esta manera, tendrás un plan concreto y personalizado que como objetivo tendrá el desarrollo de un bienestar emocional. El fruto de una buena decisión, es la paz. Que el esfuerzo cotidiano y sencillo por una vida congruente te ayude este año que inicia a desarrollar el bienestar emocional que tanto anhelas.
[1] Pliego, F. (2012). Familias y bienestar en sociedades democráticas. Miguel Ángel Porrúa. México. Pp. 52
[2] c.f. Muñoz Iturrieta, P. (2023). Apaga el celular y enciende tu cerebro. HarperCollins Focus.
[3] Faure, P. (1979). Memoria del 5° Congreso de Educación Personalizada. “La libertad”.
El bienestar emocional podríamos definirlo como el estado en el que una persona se siente tranquila, en paz y por ende, capaz de hacer frente a las presiones de la vida. La realidad es que la CONGRUENCIA que tengamos entre lo que creemos, pensamos y hacemos, tendrá como fruto la PAZ y con ello, el bienestar emocional. A partir de esta premisa, quiero compartirte una estrategia de tres pasos para que en un año, de llevarla a cabo, tu bienestar emocional se encuentre a un mejor nivel.
1. Evalúa. Al contemplar un mapa, es importante observar dónde estamos para conocer el camino a recorrer para el lugar al que queremos llegar. El ser humano tiene muchas esferas en su vida y pueden existir muchas clasificaciones. Una que me parece muy completa es la conocida como: “Rueda de la vida”. Te invito a que ponderes con honestidad, cómo te sientes en cada una de las áreas. Si eres visual, te ayudará plasmarlo en una gráfica. Estas preguntas pueden ser de utilidad.
- Crecimiento personal: ¿Cuántos libros leí en el año? ¿Avancé en mis propósitos este año? ¿Me siento estancado o sí veo progresos en mi desarrollo? ¿Fui constante en mis terapias psicológicas/talleres de crecimiento personal? ¿He desarrollado la habilidad para manejar mis emociones para mi crecimiento? ¿He desarrollado la asertividad o tiendo a los extremos de pasividad y agresividad? ¿Cómo se encuentra la confianza y seguridad en mí mismo?
- Negocios / estudios: ¿Tiendo a la diligencia o a la pereza? ¿Me gusta mi trabajo? ¿Siento que lo que hago tiene sentido? ¿Suelo procrastinar o hago mis pendientes en tiempo y forma? ¿Me concentro en lo que me corresponde hacer? ¿El estrés me sobrepasa o sólo tengo el necesario para animarme a trabajar? ¿Mis relaciones laborales son de respeto?
- Familia: ¿Cómo me llevo con los que vivo? ¿Frecuento a la familia extensa? ¿Sigo peleado con alguien? ¿He puesto de mi parte en verdad para llevarme bien con mi familia? ¿Pongo frecuentemente el pretexto del trabajo para no relacionarme con mis familiares o me esfuerzo por estar presente en sus eventos importantes? ¿Mi nivel de tolerancia es el idóneo? ¿Me comunico con mi familia realmente o sólo hablamos de cosas superfluas? ¿Tenemos un espacio a la semana al menos para una charla profunda? ¿”El celular me ha robado”[2] tiempo de calidad con mi familia?
- Salud: ¿Llevo una alimentación equilibrada? ¿Cuido mi sueño? ¿Cómo está mi salud mental? ¿He sido constante con la receta de mi especialista? ¿Hago ejercicio al menos 3 veces a la semana? ¿El estrés u otra emoción están mermando mi salud?
- Amigos: ¿Hace cuánto no los veo? ¿Los felicito en su cumpleaños de manera personalizada? ¿Le pregunto cómo va con lo último que me contó? ¿Mi interacción con ellos les hace sentirse/ser mejor? ¿Soy empática con sus emociones o sólo les hablo de mí?
- Recreación / diversión: ¿Me doy el espacio para la diversión? ¿Llevo un equilibrio entre trabajo y dispersión? ¿Soy capaz de disfrutar? ¿Soy dependiente de la tecnología para pasar el rato?
- Amor: ¿Expreso mi amor diariamente a mi pareja/familia? ¿Expreso el amor con el lenguaje predilecto del otro (actos de servicio, físico, detalles, palabras de aprecio o tiempo)? ¿Me siento amada o me hace falta enfocarme en los pequeños actos de amor que hacen por mí?
- Contribución: ¿Creo que contribuye positivamente mi trabajo/estudio a la sociedad? ¿Apoyo frecuentemente a alguna asociación? ¿Soy capaz de donar-me y no sólo lo material? ¿Escucho a otros con atención? ¿Lo hago con la frecuencia que podría? ¿Contribuyo con mi familia a ser mejor persona desde mi ejemplo? ¿Contribuyo a la paz o avivo los pleitos?
- Finanzas: ¿Mis finanzas están en equilibrio o en caos? ¿Tengo deudas que no sé de dónde salieron? ¿Me administro sabiamente? ¿Suelo comprar cosas que nunca utilizo? ¿Mis gastos proyectan mi escala de valores?
- Espiritual: ¿Me dedico tiempo para hablar con Dios? ¿Vivo de forma congruente a la fe que profeso? ¿Siento que seguir mi fe es una carga o me libera? ¿Cuento con un director espiritual o persona cercana que me brinde sabios consejos que acrecientan mi fe? ¿He desarrollado conciencia de mis actos y su trascendencia?
2. Reflexiona: ¿Qué baches observo en mis resultados? ¿Qué logré y será importante mantener? ¿Qué debo mejorar? Como menciona el padre Piere Faure[3]: “Aceptar el fracaso es ya un éxito”, así que no te desanimes. Si observas en honestidad que una de las áreas por desarrollar te sobrepasa, será importante pedir ayuda adecuada.
3. Planea: Elije de 1 a 3 áreas que quieras desarrollar. No te preocupes, a modo de vasos comunicantes, el mejorar en un área de tu vida, te ayudará a fortalecer otra en la que no te estés enfocando. Escribe de cada área, una acción concreta, que sean retos razonables. Por ejemplo: “Leer 15 minutos al día”, “decir todas las mañanas a mi cónyuge cuánto lo amo”, “cada vez que me hable mi hijo, haré el celular a un lado”, etc. Te sugiero que esos propósitos los pegues en un lugar visible, quizá en tu tocador, refrigerador, de fondo de pantalla de tu celular o de tu computadora. De esta manera, tendrás un plan concreto y personalizado que como objetivo tendrá el desarrollo de un bienestar emocional. El fruto de una buena decisión, es la paz. Que el esfuerzo cotidiano y sencillo por una vida congruente te ayude este año que inicia a desarrollar el bienestar emocional que tanto anhelas.
[1] Pliego, F. (2012). Familias y bienestar en sociedades democráticas. Miguel Ángel Porrúa. México. Pp. 52
[2] c.f. Muñoz Iturrieta, P. (2023). Apaga el celular y enciende tu cerebro. HarperCollins Focus.
[3] Faure, P. (1979). Memoria del 5° Congreso de Educación Personalizada. “La libertad”.
Guadalupe Galván, 2024
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Artículo publicado también en: https://www.marcafamilia.com/publicaciones/el-poder-del-bienestar-emocional-guia-completa-para-crear-tu-plan/
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